Antiguamente, no hace demasiados años, se utilizaba el mercurio en los termómetros.
El mercurio es un metal pesado de color plateado, es buen conductor de la electricidad, pero no del calor.
Se ha quitado el mercurio de los termómetros porque este metal es toxico.
Cuando se rompía un termómetro, el mercurio podía extenderse por la naturaleza contaminando el medio ambiente.
Además es peligroso para el hombre, ya que su contacto puede irritar la piel, los ojos y las vías respiratorias.
Hoy en día en lugar del mercurio, se utilizan otros líquidos a base de alcohol y teñidos de color rojo.