domingo, 11 de septiembre de 2011

Las hormigas zombies


Dale la vuelta a alguna hoja en un bosque de Tailandia y podrías descubrir la tumba de una hormiga zombi. Las mentes de estos pobres insectos fueron conquistadas por un hongo parásito conocido por Ophiocordyceps unilateralis que obliga a las hormigas arborícolas (Camponotus leonardi) a descender cerca del suelo en busca de una hoja joven de la que poder alimentarse. El hongo conduce a las hormigas hacia hojas que se encuentran a tan solo 25 centímetros del suelo, tal y como informan los investigadores en la edición online del 23 de julio de la revista The American Naturalist. Comparado con el clima en los nidos de las hormigas, que se encuentran 20 metros por encima, en estas zonas bajas hay más humedad y la temperatura es más fresca, la clase de tiempo preferida por los hongos para crecer. Poco después del “descenso a los infiernos” la hormiga muere, pero su trabajo no ha terminado. De su cadáver brota entonces el tallo del hongo, que finalmente terminará liberando las esporas que crearán a más hormigas zombies.

viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Plantas asesinas por la noche?

Seguro que alguna vez, siendo pequeños, os han dicho: no duermas con plantas, que te asfixian. ¿Por qué? ¿Acaso las plantas se vuelven asesinas a la luz de la luna? Nada de eso. Esta creencia popular se debe a un fenómeno fisiológico. Las plantas realizan la fotosíntesis, por la que fabrican sus propios nutrientes; además, al igual que los animales, también respiran. A grandes rasgos son procesos contrarios: la fotosíntesis consume dióxido de carbono y produce oxígeno, y la respiración consume oxígeno y produce dióxido de carbono. La cuestión es que por la noche, al no haber luz, no ocurre la fotosíntesis pero sí la respiración vegetal. Sabiendo esto, nuestras madres, abuelas e incluso el famoso Trivial Pursuit, nos dicen que si tenemos una planta junto a nuestra cama, podemos morir mientras dormimos, por falta de oxígeno. En algunas webs se desmiente esta afirmación, en otras se confirma (una de ellas es El Rincón del Vago). Por si no tenéis cerca a un experto en fisiología vegetal que os resuelva la duda, os voy a dar la clave de cómo podemos vencer a esas “asesinas nocturnas”: una calculadora. Vamos a suponer que dormís en una habitación de 3 metros de ancho, 5 de largo y 3 de alto; imaginando que no hay nada más, tendríais 45000 litros de aire. Sabiendo que la proporción de oxígeno en la atmósfera es el 21%, en ese dormitorio habrá 9450 litros de oxígeno. Una persona en reposo consume una media 3,5 mililitros de oxígeno por kilogramo en cada minuto; de modo que si pesais 70kg consumís 117,6 litros en 8 horas de sueño. Una planta del tamaño de una acelga, muy usada en estos experimentos, puede consumir 0,12 moles de oxígeno en el mismo tiempo… ¿y cuánto es eso? Nada más y nada menos que 2,69 litros de oxígeno. Los números son claros, las conclusiones son las siguientes: No es peligroso dormir con una planta… ni con dos, ni con tres… Podéis dormir tranquilamente con vuestra pareja y, pasando calor, con otras 78 personas más. Cuidado con el Trivial Pursuit y El Rincón del Vago.