lunes, 28 de diciembre de 2009

¿De dónde salió la mantequilla?


La mantequilla es la emulsión de agua en grasa, obtenida como resultado del desuero, lavado y amasado de los conglomerados de glóbulos grasos, que se forman por el batido de la crema de leche y es apta para consumo, con o sin maduración biológica producida por bacterias específicas. La mantequilla posee una densidad de 911 (kg/m3). Se trata de un alimento muy graso, rico en grasas saturadas, colesterol y calorías, por lo que es recomendable para deportistas o personas que requieran un importante consumo energético. Además no es un alimento que esté reñido, salvo especiales condiciones de salud, con una dieta sana y equilibrada y es muy fácil de digerir a pesar de su contenido graso.

Es muy posible que una agitación accidental de la nata de la leche diera lugar a la mantequilla; es por esta razón por la que la mantequilla fuera empleada y elaborada en los primeros intentos de procesado de los lácteos, quizás en el área de Mesopotamia entre el 9000 y el 8000 a.C. La primera mantequilla pudo haberse elaborado de leche de oveja o cabra; los ganados eran por aquella época domesticados. Un método muy antiguo para la elaboración de la mantequilla se emplea hoy en día en algunas partes de África y en Oriente Próximo.

La mantequilla era muy apreciada por los vikingos y celtas (Norte de Europa), razón por la cual los romanos y los griegos la consideraban un producto bárbaro y no la incluyeron en su dieta, quizás debido a su poco periodo de conservación que deja el clima mediterráneo a estas latitudes (al contrario que el queso). Un poeta cómico griego, Anaxandrides se refiere a los Tracios como boutyrophagoi, "comedores de mantequilla". Plinio en su Historia Natural denomina a la mantequilla como "la más delicada comida entre las naciones barbaras", y describe en su libro las propiedades medicinales. En la India el ghee (mantequilla clarificada) se tiene como un símbolo de pureza y se emplea también como ofrecimiento a los dioses—especialmente a Agni, el dios Hindú del fuego.Durante más de 3000 años las referencias al ghee aparecen en numerosos textos sagrados de la época del Rig Vedá, cerca del 1500–1200 a. C.

Las elaboraciones de mantequilla en Europa procedentes de la època medieval se hacían en Francia , Holanda e Irlanda, la mayor parte de la producción es artesanal. La mantequilla se consideraba en esos días y esos países un producto caro; por esta razón estaba disponible sólo para las clases más pudientes o quienes la comercializaban. En el sur de Europa, en cambio, se prefería el aceite de oliva o la manteca de cerdo. Sólo los países de religiones musulmana o judía, en el mediterráneo, llegaron a utilizar ya en la Edad Media la grasa de vaca, para sustituir a la cerdo, por ejemplo, y sólo en algunas preparaciones dulces. En países como Portugal, Italia y sur y este de España, el consumo de grasa de cerdo ha ido decreciendo, pero se ha sustituido directamente por acite de oliva y no por mantequilla.

En el año1870 la aparición de la margarina, invento del químico francés Hippolyte Mège-Mouriès, hizo que se pudiera distribuir entre las poblaciones un sucedáneo de mantequilla a menor coste. El consumo per capita de la mantequilla ha descendido en la mayoría de las naciones occidentales durante el siglo XX, en parte por la popularidad de la margarina, que es menos cara y se percibe por la población como más sana. En los Estados Unidos el consumo de margarina durante los 1950s es mayor que el de mantequilla y hoy en día es el caso, en otras naciones la situación es similar. En el arco mediterráneo se sigue prefiriendo, en general, el aceite de oliva en la actualidad, idea reforzada por sus cualidades cardiosaludables y nutritivas respecto a las de la mantequilla.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La niebla



La niebla es un fenómeno meteorológico consistente en nubes muy bajas.

Cuando las aguas superficiales de los ríos y de los mares se convierten en vapor de agua, éste, al pesar menos que el aire, se eleva a gran altura y se forman las nubes por condensación.

La niebla se produce porque la condensación del vapor se forma a ras del suelo.

Esto se debe a que la temperatura de las capas inferiores de la atmósfera es muy baja, o al exceso de humedad en el aire.

Las luces de los faros antiniebla que son de color amarillo favorece la visibilidad en la niebla, ya que la onda amarilla ocasiona una mayor dispersión en las partículas de agua que la forman.


  • La niebla reduce la visibilidad, e incluso causa que aeropuertos, y en ocasiones, carreteras, sean inutilizables, pues la falta de visibilidad (y en algunos casos, visibilidad nula), hacen peligroso el manejo de vehículos.
  • Algunas aeronaves pueden volar con niebla mediante el uso de instrumentales incluyendo radar meteorolóigoc doppler.
  • La niebla restringida a una zona geográfica (como los valles) es particularmente peligrosa, pues puede atrapar por sorpresa a los conductores.
  • En aeropuertos, se ha intentado combatir la niebla a través del uso de calor, o dispersando partículas de sal en el aire, lo cual ha tenido cierto éxito en temperaturas bajo 0°C (32°F).

miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿Por que las angulas se capturan de noche?


Las angulas son las crías de las anguilas y son muy preciadas en la gastronomía.

Llegan a las costas europeas por miles de millones, para instalarse en las rías, estuarios y marismas.

Este habito de las angulas hace posible que se capturen en grandes cantidades, pero para ello hay que hacerlo de noche y con ayuda de un foco luminoso.

Las angulas se capturan de noche por que, con el efecto luminoso de foco, las angulas acuden al estimulo de la luz.

El pescador extiende su cedazo sobre el agua y tras sucesivas pasadas consigue capturarlas.

La angulas salen al mercado a un precio bastante elevado, hay otro tipo de angula que es como un sucedáneo de las originales, pero que según dicen, nada tiene que ver con las autenticas.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Tras los volcanes




El cráter de la imagen superior parece más un remedo del paraíso que un peligroso `escupefuegos´. Pero no conviene confiarse. Se encuentra en el Parque Natural del Volcán Poás (Costa Rica), cuya creciente actividad tiene a los expertos al quite. Las fumarolas han sido una constante en los últimos meses y una erupción freática alcanzó los 300 metros de altura el pasado mes de septiembre. Esta vez sólo fue lodo y agua, pero los vulcanólogos no descartan que se esté gestando algo peor. Es lo que tiene vivir en una bola de fuego como es la Tierra: el `corazón´ del planeta alcanza los 5.000 grados centígrados, tantos como la superficie del Sol. Aunque la temperatura desciende con la cercanía a la corteza terrestre, se mantiene en los 1.000 grados a sólo 100 kilómetros de profundidad, provocando fuertes presiones que encuentran su vía de escape en los volcanes. Los hay para todos los gustos (en activo, durmientes, hawaianos, estrombolianos...), y cada uno es un espectáculo único. Para muestra, el libro Earth on fire, con fotos de Bernhard Edmaier y texto de Angelika Jung-Hüttl (Phaidon).

lunes, 2 de noviembre de 2009

Aires goyescos


Cuatro de las 97 torres de aerogeneradores que componen los tres parques eólicos de Fuendetodos, el pueblecito maño donde nació Francisco de Goya, se han engalanado ya con grabados de la serie Los caprichos. ¿El motivo? Celebrar el 20 aniversario del Museo del Grabado de la localidad. ¿Los responsables de esta exposición `al fresco´ que aúna cultura, naturaleza, senderismo y tecnología? Los artistas madrileños Francisco Javier y Juan Carlos Melero. ¡Para quitarse el sombrero!

miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Por qué ocurren los terremotos?


La capa más superficial de la Tierra, llamada Litósfera, de unos 75 km de espesor, está dividida en placas tectónicas que flotan sobre una capa parcialmente fluida llamada astenósfera. Los movimientos en esta capa fluida producen corrientes que mueven las placas, separándolas, chocándolas o deslizándolas una sobre otra. Cuando la tensión o energía acumulada es mayor que la fuerzade las rocas, las placas se mueven bruscamente produciendo un terremoto.

Este movimiento causa ondas de choque, también conocidas como ondas sísmicas, que se propagan desde el punto de origen y viajan a través de la Tierra.

Los terremotos también pueden ser originados por alguna erupción volcánica, pero estos sismos suelen ser de baja magnitud.

Los terremotos NO pueden ser predecidos con exactitud, lo único que saben los científicos es cuáles son las zonas de conflicto y la frecuencia aproximada de los terremotos más intensos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

¿Por qué la luz atrae a los insectos?


Encender la luz de tu casa y dejar una ventana abierta en tu dormitorio puede llegar a convertir tu casa en un verdadero cementerio de insectos. Apenas vean la luz, los insectos voladores comenzarán a ingresar a tu dormitorio en cantidades industriales, y tu suelo se plagará de polillas, grillos y mosquitas.

¿Pero por qué los insectos voladores tienden a comportarse de forma tan irracional? ¿Por qué se topan repetidamente contra una bombilla hasta quedar achicharrados por el calor que ésta emite? La respuesta es mucho más coherente de lo que podría pensarse.

En situaciones normales algunos insectos nocturnos se sienten atraídos por la luz natural para pautar su comportamiento. La luz de la Luna le brinda a este tipo de insectos llamados lucífugos un punto de referencia perfecto para orientarse adecuadamente, orientación que también brindan las estrellas.

La luz, además de servir para su organización cotidiana, también ejerce un efecto peculiar entre estos insectos. La intensidad de la luz natural proviene de una distancia lejana, por lo cual da por igual en ambos ojos del insecto, coordinando sus movimientos; sin embargo, cuando la luz les da más en un ojo que en otro (como ocurre con la luz artificial) los insectos tienden a mover con más frecuencia un ala que otra, lo cual explica su movimiento circular en torno a una bombilla.

Como verás, con acciones tan insignificantes para nosotros como encender una bombilla de luz, estamos ejerciendo una influencia notable en el medio ambiente, y estos pobres insectos que te molestan tanto cuando entran a tu dormitorio, te aseguro que, en medio de una terrible crisis de confusión, están pasándolo mucho peor que tú.

viernes, 18 de septiembre de 2009

DELFINES ROSADOS


Los indígenas los veneran y los temen como a dioses. Estos curiosísimos delfines sólo habitan en las aguas más cristalinas del río Amazonas y son de un extraño color rosado. Los occidentales apenas saben de su existencia y rara vez han sido fotografiados. Éstos son los últimos ejemplares que existen.


Remaba lentamente en el interior de la selva más extensa del mundo. Sin un ruido, dejándose deslizar por el impulso del remo, Joao avanzaba por uno de los miles de afluentes del río Negro, padre del Amazonas. La selva que lo rodeaba era su casa y en ella se sentía confortable. Pero el río… El río era la frontera de lo desconocido, la casa de unos espíritus con los que Joao prefería no contactar.

La pesca era cada día más escasa. La contaminación del agua llegaba a cientos de kilómetros río abajo matando todo a su paso y obligándolo a internarse más y más en aquel afluente desconocido. Allí había anacondas, caimanes y nutrias gigantes. Y luego estaban los fantasmas rosados.

Cuando Joao recogía por segunda vez la red, brillante de peces, una sombra rosada cruzó bajo su canoa. La visión lo dejó paralizado. Entonces la sombra se materializó como un extraño delfín que, de forma juguetona, atrapó la red, tiró de ella y se divirtió persiguiendo a los peces capturados en su interior. Joao soltó el apero y huyó aguas abajo, presa del pánico. Sus miedos se habían hecho realidad. Se había topado con una inia, el más poderoso de los espíritus del Amazonas.

Pocos animales despiertan tanta reverencia y superstición entre los indígenas de la cuenca amazónica como los botos, los delfines rosados. Y, sin embargo, a pesar de que fueron descubiertos para la ciencia en 1832, pocos son los occidentales que conocen su existencia y aún menos los que los han visto. Tanto es así que no se conocían buenas fotografías submarinas de los botos hasta que Mark Carwardine y Kevin Schafer decidieron convivir con ellos algunas semanas y capturaron en imágenes al fantasma amazónico.

Los botos son la mayor de las cinco especies de delfines de río que existen en el mundo. En sus orígenes llegaron del Pacífico hace alrededor de 15 millones de años y se adaptaron de tal manera a la vida en agua dulce que hoy se extienden por los cauces fluviales del Amazonas y el Orinoco sin que, hasta la fecha, se haya podido realizar un censo fiable de sus poblaciones. No es de extrañar. Son animales esquivos que buscan aguas limpias donde encontrar las más de 50 especies de peces que, como poco, componen su dieta. Y allí donde el hombre `civilizado´ se asienta, el agua no dura mucho tiempo limpia.

Los indígenas, sin embargo, han convivido con los botos (o `inias´, como ellos los llaman) desde que llegaron a la selva. Entre los diferentes pueblos, estos delfines son considerados espíritus poderosos. Se dice que por las noches salen del río, se convierten en hombres apuestos y seducen a las muchachas. A pesar de ello, ningún indígena los mata. Para ellos son encarnaciones de espíritus que se vengarán ahogando a aquel que ose hacerles daño. Por desgracia, el hombre blanco no piensa lo mismo.

Desde el inicio de la exploración de la cuenca amazónica los delfines de río han empezado un declive imparable. La contaminación acaba con ellos. Los buscadores de oro utilizan mercurio, un veneno que se acumula en el sistema digestivo de los animales hasta matarlos. Los vertidos de las explotaciones madereras, petrolíferas y de gas se suman a la destrucción. Y la construcción de presas hidroeléctricas se ha añadido a estos poderosos enemigos.

Hace tres décadas, las fundaciones conservacionistas de medio mundo advirtieron del peligro que suponían las mismas amenazas para otro delfín de río: el baiji o delfín del río Yangtze. Pese a que en 1979 el Gobierno chino lo declaró al borde de la extinción y a que en 1983 quedó prohibida su caza, tres años más tarde sólo quedaban 300 ejemplares, en 1990 bajaron a 200 individuos y en 1997, tras la construcción de la presa de las Tres Gargantas, apenas llegaban a 50. Como resultado final, en 2006 murió el último delfín del Yangtze y la especie se dio oficialmente por extinguida.

Mientras se lucha por la conservación de su hábitat, los científicos que estudian a los botos siguen asombrándose de su capacidad de adaptación y de sus particularidades. Los delfines rosados son los más grandes de todos: los machos rondan los tres metros de longitud y superan los 170 kg de peso. Su cuerpo está adaptado a la vida en la selva sumergida. La vida de los botos transcurre en este mundo lleno de vericuetos submarinos donde infinidad de troncos y ramas forman un laberinto de escasa visibilidad. Para poder nadar entre tanto obstáculo y buscar sus presas, cuentan con un sentido muy desarrollado de ecolocación. Mientras nadan, los delfines emiten sonidos que rebotan en los objetos que los rodean permitiéndoles `dibujar´ en su cerebro el paisaje que tienen delante. Y para poder maniobrar entre tanto obstáculo tienen dos grandes aletas pectorales y unas vértebras sin soldar en la zona del cuello que les permiten moverlo mucho más que cualquier otra especie de delfín, tanto de río como marino.

La gran movilidad entre obstáculos hace del boto un delfín lento que apenas supera los 2 km/h, pero la potencia de su zona caudal le permite realizar rápidos sprints de más de 20 km/h, en caso de verse amenazado. También su hocico, largo y dentado, lo ayuda en sus pescas por las aguas turbias de la Amazonia. En el extremo, unos pelos sensibles a modo de bigotes afinan la localización de sus presas. Y a todo este arsenal adaptativo se le añade una extraordinaria inteligencia que permite a estos delfines ponerse a la cabeza de los predadores del río.

Tal vez por su inteligencia o por su extraño color, que varía desde el gris hasta un rosa intenso en función del riego sanguíneo de los capilares que cubren su cuerpo –son más rosados cuanta más actividad desarrollan–, los indígenas los tomaron por seres superiores. Por desgracia, nuestro mundo civilizado no tiene interés en saber nada de ellos. Y, como le sucediera al delfín del río Yangtze, gran parte de la humanidad ni siquiera sabrá que han existido.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿Por qué se produce el hipo?


El principal protagonista en el proceso fisiológico del hipo es el diafragma, un músculo que separa los pulmones de los órganos que tenemos en la panza.

Este participa directamente en los movimientos respiratorios; al contraerse hace posible la entrada de aire y la espiración ocurre al revés. A veces los músculos abdominales presionan de forma excesiva sobre el diafragma (por ejemplo después de comer o beber mucho, o tras inhalar humo), lo que hace que se distienda de forma anormal. Esto trae como consecuencia que la respiración se altera, y se sucede una serie de contracciones espasmódicas en el diafragma, que provocan inspiraciones y espiraciones incompletas.

Esto es el hipo, el gran aumento de presión del aire en los pulmones, producido por las convulsiones del diafragma. El cierre de la glotis que las acompaña es el causante del característico sonido del hipo. La glotis es la abertura superior de la laringe, esta ultima es el órgano de la voz.

¿Cómo se para? El susto es bueno, ya que restaura la respiración a su forma habitual, lo del vaso dado vuelta es mentira. Uno que a mi me funciona siempre, es aspirar aire, con el cuerpo bien derecho, pero se tiene que aspirar hasta que no entre mas, y después se lo larga lentamente, ese truco nunca me falla, ya que hace presión sobre el diafragma y se anula la anomalía que hay en él.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Por qué explotan las palomitas de maíz?


Existen varios tipos de maíz (dulce, duro, harinoso…) pero solamente uno de ellos produce el resultado deseado: la súbita expansión del contenido del grano, resultando en la ruptura repentina de la cáscara y la formación de una blanca masa esponjosa. Se trata del maíz reventón (Zea mays everata Sturt).

Como todos los granos de cereales, cada grano de maíz contiene una cierta cantidad de agua en su nucleo almidonado. En esta variedad, además, la corteza externa es muy gruesa e impermeable a la humedad.

A medida que el grano es calentado más allá del punto de ebullición del agua y cerca de los 175ºC, el agua dentro del grano empieza a convertirse en vapor, generando fuertes presiones internas. En la mayoría de los granos este vapor escapa tan rápido como se forma, pero en los granos del maíz para palomitas no lo hace debido a que su gruesa corteza lo mantiene sellado.

Cuando la presión interna llega a las 9 atmósferas, la corteza no puede contenerla y ocurre esa pequeña explosión característica, cuya fuerza voltea el grano de adentro hacia fuera, exponiendo el contenido del núcleo. Comoquiera que el almidón se gelatiniza debido a la presión y que retiene dentro de sí la humedad que se encontraba uniformemente distribuida dentro del núcleo almidonado, la expansión repentina de la explosión convierte el endosperma en una especie de espuma, que da a las palomitas su textura única.

martes, 18 de agosto de 2009

¿Por qué los planetas son redondos?


En realidad son esféricos, pero siempre he oído formular así la pregunta.

Todos los planetas son esféricos debido a sus campos gravitatorios.

Cuando se formaron los planetas, la gravedad juntó billones de piezas de gas y polvo en masas que colisionaron y se calentaron y se sintieron empujadas hacia el centro de gravedad del conjunto.

Los planetas, una vez fríos, siguen comportándose como un fluído a lo largo de extensos periodos de tiempo, sucumbiendo al empuje gravitatorio de su centro de gravedad. El único modo de que toda la masa permanezca lo más cerca posible del centro de gravedad consiste en formar una esfera. El proceso recibe el nombre de ajuste isostático.

miércoles, 12 de agosto de 2009

¿POR QUÉ LOS ORIENTALES TIENEN LOS OJOS RASGADOS?



Uno de los rasgos más destacables de la raza mongoloide, junto al pelo negro y lacio, la nariz hundida, el tono amarillo de la piel y la prominencia de los pómulos, es la forma rasgada y oblicua de los ojos.

Claro está que esta distinción facial propia de los orientales no es un capricho de la naturaleza, sino que obedece a una necesidad adaptativa. Efectivamente,, en las distintas razas humanas, tanto anchura como la altura y la oblicuidad de los ojos, así como el color, vienen condicionados por factores climáticos, en especial la intensidad luminosa. Para proteger el sistema visual del exceso de luz y fuertes destellos --por ejemplo del hielo, de arena del desierto, rocas--, que pueden dañar estructuras tan delicadas como la retina, la abertura entre el párpado superior y el inferior se hace más estrecha. De esta forma, el organismo consigue limitar la cantidad de luz que penetra en los ojos.

Popularmente se piensa que el ojo achinado o mongólico, como es conocido, se debe a que el globo ocular posee forma de almendra, algo que es totalmente falso. La fisonomía del ojo mongoloide viene en realidad determinada, además por la estructura ósea facial, por lo que los antropólogos llaman la brida mongoloide y el repliegue palpebral superior. Este último, que se monta en el párpado superior, está constituido en su parte interna por una bolsita de grasa que hace que el párpado parezca hinchado y las pestañas más cortas, aunque la longitud de éstas es idéntica a la de las otras razas, como la mediterránea.

La brida mongoloide, que también puede presentarse de forma ocasional en otras razas, acentúa aún más la anatomía rasgada del ojo. Se trata de una doblez cutánea que prolonga hacia dentro el repliegue palpebral para cubrir la carúncula lacrimal --pequeña prominencia en el lado inferior del ojo--, y desaparece confundiéndose con la piel del rostro.

sábado, 25 de julio de 2009

¿Parcialmente nuboso o parcialmente despejado?


¿Parcialmente nuboso o parcialmente despejado? ¿Hay alguna diferencia? Según explica el meteorólogo Andy Tingler, del Servicio Nacional de Meteorología de Miami, los dos términos son equivalentes. Por definición, añade, ambos deberían utilizarse cuando las nubes cubren entre un 26 y un 29% del cielo. Tras “despejar” nuestra duda gracias al blog de SciGuy hemos seguido investigando la terminología meteorológica y hemos averiguado que, dependiendo de la fracción de cielo que ocupen las nubes, dividido el cielo en octavos, se habla de despejado o poco nuboso (0-1/8), parcialmente nuboso (1/8 - 4/8), nuboso (4/8,5/8), muy nuboso (5/8,7/8) y cubierto (7/8,8/8). Además, se utiliza el concepto de “nubosidad variable” cuando se espera que el estado del cielo varíe de forma que resulta casi imposible especificar cuándo estará más o menos nuboso (o más o menos despejado).

lunes, 13 de julio de 2009

EL CRAC DE LA BOLSA


16.500 millones de bolsas de plástico circulan por España. En 2010, casi no habrá súper que las ofrezca.



Los españoles usamos una bolsa de plástico cada día, 365 al año. Sumadas, son 16.500 millones: una masa contaminante capaz de producir 100.000 toneladas anuales de basura que, no reciclada –casi nadie echa las bolsas vacías en los contenedores amarillos–, tardaría hasta tres siglos en degradarse. Hoy se sabe incluso que en el océano Pacífico se han hallado ya dos islas de plástico creadas por las corrientes marinas que fueron formándolas con la basura acumulada de todo el mundo: una, de 900.000 kilómetros cuadradros; la otra, de 700.000. La superficie de ambas triplica la de nuestro país, que, para más inri, es el primer productor europeo de bolsas de plástico, cuya fabricación produce 440.000 toneladas de CO2 anuales. Pero todo esto se va a acabar. El Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015 del Ministerio de Medio Ambiente tiene las bolsas entre ceja y ceja y lucha para que en 2010 los comercios las sustituyan por las otras biodegradables, confeccionadas con recursos vegetales. Las medidas no contentan a las más de 10.000 personas que trabajan en el sector del plástico, que abogan por la concienciación antes que por la prohibición. Los ecologistas –que se muestran conformes con el plan– creen, sin embargo, que la eliminación de las bolsas debería ser inmediata.

jueves, 25 de junio de 2009

¿POR QUÉ LLORAMOS TANTO?


Somos las únicas criaturas que lloran de emoción y, al contrario de lo que creíamos, nuestras lágrimas están más asociadas con la cultura y con la educación recibida que con lo que estamos sintiendo. Saquen el pañuelo.



De la cuna a la tumba lloramos. A veces con alivio, a veces con rabia, a veces sin tregua, a veces con plenitud o con ternura, porque descubrimos por primera vez el rostro de nuestro hijo o porque escuchamos el adagio de Barber. Lloramos porque hemos fracasado o porque nos niegan el amor; a veces con ganas y otras sin más voluntad que el puro abandono. En definitiva, lloramos porque somos humanos y forma parte de nuestra condición física, psicológica, social y cultural. Y aunque Charles Darwin dijo haber detectado lágrimas de tristeza en elefantes africanos, somos el único animal que llora por razones emocionales; lo demás es mito o truco. En la antigua Persia, la muerte de un gran hombre se acreditaba haciendo que su caballo llorase durante las exequias, pero se conseguía introduciendo mostaza en su nariz. Es cierto que los cocodrilos también lloran, pero lo hacen para expulsar de su cuerpo el exceso de agua salada, no por emoción.


La lágrima, compuesta por un 85 por ciento de agua, tiene una capa grasa, una acuosa y una mucosa, y cualquier alteración de sus componentes influye en la agudeza visual. Así, en función de nuestras necesidades, segregamos tres tipos de lágrimas. Las más habituales son las lubricantes; luego están las defensivas –como reacción a una partícula de polvo o al humo– y, en último lugar, las emocionales, que nos hacen únicos en el reino animal y están compuestas con una fórmula más compleja que las anteriores: no sólo tienen más proteínas; también encefalina leucina, que modula el dolor, y prolactina y ACTH, relacionadas con el estrés.


Algunos investigadores creen que estas sustancias, expulsadas a través de los ojos, son toxinas producidas por los sentimientos y que, al liberarlas, nos alivian equilibrando nuestro nivel de angustia. Estas teorías confirmarían la visión popular de que el llanto es «un desahogo», una catarsis de sentimientos reprimidos que nos hace sentir mejor y nos regenera. «El jabón es al cuerpo lo que el llanto al alma», dicen los judíos, pero nuevas investigaciones vienen a cuestionar que el sollozo sea realmente una liberación. Por lo que se cree, el llanto parece más catártico en una mirada retrospectiva de lo que en verdad es, y todos aquellos con un elevado nivel de angustia se sintieron peor tras el episodio de lágrimas.


«¿Lloramos porque estamos tristes o estamos tristes porque lloramos?» se preguntaba ya en el siglo XIX William James, hermano de Henry James y uno de los padres fundadores de la psicología. Y es que las lágrimas nos pueden limpiar, pero, al igual que sucede en una inundación, también pueden hacer que una persona se sienta desamparada, empapada y desorientada.


Judith Kay Nelson, psicóloga y profesora de la Universidad de Berkeley (California), afirma en su libro Ver a través de las lágrimas: el llanto y el apego que la experiencia del llanto está enraizada en la infancia temprana y la relación con el primer cuidador: «Los que tuvieron unos padres atentos, aliviando sus gritos cuando era necesario, tienden a vivir el llanto como una forma de consuelo durante la edad adulta, pero aquellos cuyos padres se sentían molestos o irritados por su llanto tienen más dificultades para calmarse a sí mismos cuando han crecido».

Los estudios han demostrado a su vez que el llanto es tremendamente contagioso, ya sea en un pequeño grupo o en una gran comunidad, y que puede provocar verdaderos efectos de histeria de masas, como en el funeral de Lady Di, en 1997. Sin embargo, este tipo de llanto solidario y empático tiene raíces más personales que la tristeza por la muerte de un famoso, ya que, según la doctora Nelson, «todas las crisis de llanto que experimentamos a lo largo de la vida, incluso en los momentos felices, reeditan nuestras auténticas pérdidas».
A pesar de los cambios que ha habido en nuestra sociedad, tendentes a la igualdad entre los sexos, parece ser que el llanto sigue siendo algo muy femenino. Una mujer llora más de 50 veces al año, mientras que los hombres sólo 11. ¿Por qué? «Desde edades muy tempranas los padres castigan verbalmente las expresiones de llanto de los hijos, pero no de las niñas —dice el psicólogo Carmelo Vázquez–. Históricamente, la capacidad para llorar en las mujeres se ha interpretado como hipersensibilidad y falta de control, cuando en realidad están demostrando que tienen más inteligencia emocional y habilidad para expresar sus sentimientos.»


Ocho de cada diez hombres afirman sentirse incómodos llorando delante de otro hombre. De hecho, a un hombre que llora se lo ridiculiza o se lo ve más débil (para la posteridad queda la célebre condena de la madre de Boabdil, cuando éste contempló por última vez Granada: «Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre»).


La mayor parte de los medios de comunicación describió el derrumbe emocional del tenista Roger Federer, durante la entrega de premios del Open de Australia, en febrero pasado, diciendo que «lloraba como un niño», una comparación condescendiente que no suele aplicarse en su versión femenina. Sin embargo, la paradoja del tópico es que hasta los cinco años los niños lloran más que las niñas y después se invierte la tendencia. La frecuencia de llanto femenino suele aumentar durante la menstruación, pero uno de los resultados más llamativos del Estudio internacional de llanto en adultos es que este fenómeno sólo se da en Occidente, ya que en países como Kenia o Indonesia el ciclo menstrual no parece afectar lo más mínimo al estado de ánimo de las mujeres.


En todos los países donde se realizó el estudio, los funerales y los eventos trágicos encabezaron la lista como motor del llanto, pero en algunas zonas destacaron otras razones. Por ejemplo, en Lituania lloran porque «se sienten impotentes»; en Nepal, cuando enferman; mientras que en Indonesia y Nigeria, durante los rituales religiosos.


Y es que al final, no llora quien tiene más motivos, sino quien se lo puede permitir. En Ghana casi no se llora, las anoréxicas tampoco lo hacen y, pese a que las lágrimas se asocian a la tristeza, el llanto no es un indicador de la depresión, ya que la sequedad emocional de una persona deprimida le quita la fuerza hasta para llorar. Así, el hecho de que en Japón haya surgido la moda de crear bares para llorones y de que en Londres hayan creado su propia versión no puede menos que resultar una frivolidad propia de sociedades anhelantes de sentimientos extremos.


Todos los fines de semana el club de llorones Loss (`Pérdida´, en inglés), situado en Regent’s Street, abre sus puertas a cientos de personas dispuestas a vivir una noche «de tristeza, miseria, melancolía, duelo, ausencia y pérdida», según rezan los anuncios. El dueño del local, Victor Wynd, explica que la idea del club surgió de la novela de Günter Grass El tambor de hojalata, donde aparece un «bar de la cebolla» en el que la gente se cita para llorar.


Mucho más sofisticado que su inspirador, en Loss hay una cantante de fado para embriagar al público con la saudade y, a las 12 de la noche, sacan las cebollas para que todo el mundo pueda tener una pequeña ayuda que desencadene la catarsis. Como era de esperar, algunos lloran sobre el gin-tonic, pero a la mayoría le da más la risa que otra cosa. Seguramente les cuesta porque, como dice el dueño del local, «los ingleses sólo se permiten llorar de verdad en los partidos de fútbol».

miércoles, 10 de junio de 2009

Musicoterapia: Esta sonata es un medicamento


Demostrado: la música palia el dolor, aumenta la memoria y es capaz hasta de reducir el estrés. Pero ¿cómo lo hace? ¿Se debe sólo al efecto placebo o las melodías afectan realmente al cerebro? Los científicos buscan respuestas.

La musicoterapia, la aplicación de la música para mejorar la salud, es una práctica que aún suscita recelos entre algunos profesionales sanitarios, y sus detractores siguen considerándola una pseudociencia, cuya única influencia medicinal radicaría en la distracción que procura o en su efecto placebo. Sin embargo, durante los últimos 50 años ha logrado escapar del terreno de lo mágico y lo tribal para instalarse en ciertas universidades, hospitales, consultas y laboratorios. Así, hay melodías que se escuchan en la antesala de los quirófanos, en los ‘nidos’ de las maternidades, en geriátricos y hasta en las escuelas, porque la música ha demostrado de sobra que tiene la capacidad de disminuir el dolor, mejorar la memoria, ayudar a niños autistas o reducir el estrés. La cuestión que ocupa hoy a los científicos es cómo consigue hacerlo.

La terapia musical sostiene que lo que uno escucha puede afectar a la salud positiva o negativamente. Gracias a numerosos experimentos, hoy sabemos que la música actúa directamente sobre el cerebro y los procesos fisiológicos controlados por éste. Y que los ritmos respiratorio y cardiaco, así como la presión arterial, se vuelven más lentos o rápidos para sincronizarse al ritmo musical. De esta forma, puede reducir la ansiedad y atenuar el dolor durante los procesos quirúgicos. Por otro lado, consigue efectos como mejorar la memoria de los enfermos de Alzheimer o demencia senil mediante la evocación de melodías que conocieron en su juventud y aminorar los síntomas de los pacientes esquizofrénicos y depresivos.

La musicoterapia tiene a sus espaldas una tradición milenaria que no es ni salvaje ni ritual. Hace 2.500 años, Pitágoras aconsejaba cantar y tocar un instrumento musical a diario para eliminar del organismo el miedo, las preocupaciones o la ira. Hipócrates, el padre de la medicina, utilizaba determinadas melodías para devolver la cordura a los enfermos mentales. El médico alejandrino Herófilo, en el año 300 a. C., acostumbraba a regular las pulsaciones arteriales mediante las escalas musicales. Y Aristóteles, en La política, asociaba estados anímicos como el dolor, la pereza o la paz a diferentes ritmos, sonidos y escalas.

Pese a ello, la musicoterapia no adquirió rango científico hasta 1950, cuando llegó a universidades de Alemania, Dinamarca y Austria. En la actualidad, se trata de una licenciatura en Estados Unidos, Francia, Alemania y Argentina, mientras que en España se imparte como un curso de posgrado en Valladolid, Valencia, Madrid o Barcelona.

El verdadero misterio hoy para los científicos no es averiguar si es eficaz o no, sino dilucidar qué tipo de ritmos y melodías han de ser utilizados en cada caso particular, descubrir exactamente a qué se deben sus resultados, qué efecto produce el sonido en los neurotransmisores cerebrales y cómo es capaz de tocarnos la fibra sensible.

En este sentido, el médico Ralph Spintge ha demostrado que el compás, según sea fuerte o suave, acelera o relaja el ritmo cardiaco. Y también que la música estimula las áreas cerebrales que se encargan de las actividades espacio-temporales y de las capacidades lógico-matemáticas, lo que Don Campbell ha llamado ‘efecto Mozart’. Ahora lo que falta es pasar a la práctica y aplicar esos conocimientos en el tratamiento de enfermos.

La última explicación a su efecto benéfico ha llegado de la mano del japonés Masaru Emoto, que apunta que la música actúa sobre las personas porque modifica su estructura molecular. En experimentos realizados en laboratorio ha demostrado que las moléculas de agua expuestas a música clásica adoptan formas delicadas y simétricas, mientras que si se las somete al tema Heartbreak, de Elvis Presley, los cristales de agua se parten en pedazos. A partir de ahí ha deducido que alguna influencia debe de tener la música en nuestro estado físico y mental, sobre todo si tenemos en cuenta que, en un 70 por ciento, somos agua.

lunes, 1 de junio de 2009

¿Cómo se hace el algodón de azúcar?


Algodón de azúcar: una imagen ligada a la infancia y a las ferias. Tan mágico en su creación y tan etéreo como dulce.

¿Qué curioso no se ha preguntado cómo se hace? Sí, todos hemos visto las hebras y como el vendedor las enrolla alrededor del palito hasta conseguir la gigantesca masa que nos entrega. Pero… ¿cómo se transforman los granos de azúcar en ese algodón?

Ante todo decir que lo de algodón es por el parecido tacto y aspecto, por nada más.

Para fabricarlo se utiliza una máquina especial que consta de un recipiente circular (como un barreño) y de un pequeño núcleo que gira por el efecto de un motor. En este núcleo hay un pequeño cuenco con una gran cantidad de diminutos agujeros y con una fuente de calor bajo él.

El azúcar —y el colorante rosa— se vierten en el cuenco giratorio. El calor derrite el azúcar y por efecto de la fuerza centrífuga el dulce sale despedido por los orificios en forma de hilos que, antes de recogerlos, hay que esperar a que se enfrían y solidifiquen.

Y es por efecto del calor que el azúcar pierde su estructura cristalina para hacerse amorfa, lo que permite que forme una fibra tan suave y flexible, a la que se pueden enrollar más fibras de azúcar, hasta formar la nube algodonosa que se vuelve pegajosa con la humedad y que se deshace rápidamene en la boca.

miércoles, 20 de mayo de 2009

¿Cómo funciona el pájaro bebedor?

El pájaro bebedor es una especie de juguete, curiosidad u objeto decorativo consistente en la figura de un pájaro colocada junto a un vaso o recipiente con agua.

En un momento dado el pájaro se inclina e introduce su pico en el agua y luego vuelve a recuperar la vertical. Más tarde volverá a repetir la accción, y lo seguirá haciendo indefinidamente siempre que no le falte provisión de agua.

Pero… ¿cómo lo hace? No tiene pilas, ni se le da cuerda… ¿magia? ¿realmente se inclina a beber solamente cuando tiene sed?

En absoluto. El pájaro bebedor es un ejemplo de las propiedades de la termodinámica, es una máquina que convierte energía térmica en energía mecánica.

Veamos como funciona.

En esencia son dos bulbos de vidrio unidos por un tubo también de vidrio. En su interior hay un líquido volátil como el éter etílico, que llena algo más de la mitad del bulbo inferior. El bulbo superior, unido directamente al tubo, tiene una pequeña protuberancia simulando el pico, y tanto ésta como el resto del bulbo están recubiertos de un fieltro que da forma a la cabeza y al pico. El tubo de vidrio llega hasta casi el fondo del bulbo inferior. En el centro del tubo hay una barrita metálica cuyos extremos se apoyan en el armazón de la base, de tal manera que el conjunto pueda oscilar con facilidad.

Una vez colocado al lado de una vaso con agua, a la distancia justa para que el pico se introduzca en el agua cuando adopte la horizontal, se moja el fieltro de su cabeza con agua y sólo queda esperar.

Parte del agua que humedece el fieltro se evapora —siempre que el aire no se encuentre saturado de humedad— en un proceso adiabático que hace que disminuya la temperatura del aire que ocupa la cabeza. Aunque la variación de temperatura es pequeña, debido a que la presión es directamente proporcional a la temperatura y a que el líquido está próximo a su temperatura de ebullición, se establece una gran diferencia de presión entre la cabeza y la base.

La mayor presión existente entonces en el bulbo inferior obliga al líquido a subir por el tubo. Cuando parte del líquido alcanza la cabeza, el mecanismo se desestabiliza al cambiar su centro de gravedad y gira hasta ponerse horizontal. En esa posición la cabeza se humedece de nuevo y al quedar el extremo inferior del tubo al descubierto se igualan las presiones y el líquido desciende al bulbo inferior. El pájaro bebedor recupera la posición vertical.

De nuevo se evapora algo de agua y el proceso se repite.

Dibujo de la patente original del drinking bird, ‘pájaro bebedor’. M. V. Sullivan, U.S. Patent 2.402.463 (1946)

jueves, 14 de mayo de 2009

Mi ojo es un robot


La artista Tanya Vlach Perdió un ojo en un accidente de coche. En su lugar llevará una cámara con la que grabará un diario.



En agosto de 2005, la artista americana Tanya Vlach se accidentó con su coche en el desierto de Nevada. Milagrosamente, salvó su vida, pero perdió el ojo izquierdo. Desde entonces se propuso llevar en su lugar una cámara de vídeo. Y lo conseguirá pronto, con la ayuda de Frank Oliver, líder de una empresa texana especializada en la investigación de robots que trabaja para el Pentágono. Antes de dar con él, Tanya tiró de Internet para hallar el diseño idóneo de su ojo: contó su caso y propuso diseñarlo en código abierto, para crear una obra colectiva, como en su día se hizo con el sistema operativo GNU/Linux. Aquello le sirvió, ante todo, para aceptar su historia: «Pedir ayuda en la Red fue importante para aceptar mi situación. La única forma de superar una lesión como ésta es revivir tu historia imaginando un final distinto. Y esto intento hacer con mi proyecto. Quiero grabar a la gente que conozco y registrar los momentos que me gustaría recordar. No quiero ser una ‘discapacitada’». Otros expertos intentan llevar al cerebro de los ciegos la señal electroquímica que les devuelva la vista: unos trabajan en el ojo y otros, en el cerebro, hasta hoy, sin éxito: nadie ha recuperado la vista, aunque algunas personas ya ven sombras y formas. Lo de Tanya es distinto. «Quiero construirme una nueva mirada», dice.Y en ello está. Los resultados finales: en la Bienal de Nueva York, en noviembre.

viernes, 8 de mayo de 2009

Hora Zulú... ¿qué significa?


Hoy toca post ligerito sobre una de esas curiosidades peliculeras que tanto usamos sin saber que leches significan: La Hora Zulú.

Todo el mundo recuerda algún capítulo o algún film que comienza con el típico:

Massachussets de Dalt, 19:30 zulú…

Pero muy poca gente sabe qué carajo significa la palabra zulú referida a una hora.

A priori pueden haber varias hipótesis plausibles más o menos acordes con el ambiente peliculero-militar que todo el mundo tiene en mente:

  • Zulú es la palabra en clave que significa ‘hora local‘.
  • Zulú es la palabra en clave que designa la hora a la que están sincronizados los relojes de los protagonistas.
  • Zulú es la palabra en clave que se pone detrás de las horas en las películas para que la frase suene más molona.

Lamentablemente ninguna de estas hipótesis es cierta (ni siquiera la primera, que mira que tenía números…). La Hora Zulú es, en realidad, la hora UTC o, lo que es lo mismo, lo que antes se llamaba GWT que es el horario que usan en Inglaterra, Portugal y las Islas Canarias (por poner tres ejemplos significativos).

A partir de la hora UTC se pueden definir el resto de los husos horarios del mundo sumando o restando. Por ejemplo, en la España Peninsular se usa el horario UTC+1 como en muchos otros países europeos (Francia, Italia, etc…).

Bien, aclarado el significado, vayamos a por el origen del término. Todo el mundo conoce (también por motivos peliculeros) el famosos Alfabeto Fonético Aeronáutico. Si, aquel que se usa para deletrear palabras por la radio mientras te disparan:

Charlie Alfa Romeo Lima Oscar Sierra Echo Sierra Uniform November Papa Uniform Tango Oscar Foxtrot Romeo India Kilo India Delta Echo Lima Charlie Oscar Papa Oscar November.

Pues ya casi lo tienen, ‘Zulú‘ es la palabra escogida para la Z y en este caso una hora Zulú es lo mismo que una hora UTC+Z que significa UTC+Zero que significa UTC+0. Es decir: UTC.

sábado, 2 de mayo de 2009

¿Cómo funcionan las barritas de luz química?


Las barras de luz química son esas que se doblan, se agitan y producen una luz fluorescente durante horas, sin necesidad de combustión o pilas. Muy útiles para señalización de emergencia, maniobras, lectura de mapas, iluminación submarina, acampadas, pesca nocturna… incluso para el ocio: pulseras y collares que brillan en la oscuridad, cubitos y bolas para decorar nuestras bebidas nocturnas y decoración para fiestas.

Pero, ¿cómo funcionan?

Independientemente de su tamaño o forma todas se basan en el mismo principio: la quimioluminiscencia.

El DRAE nos informa que luminiscencia es la “propiedad de despedir luz sin elevación de temperatura y visible casi solo en la oscuridad, como la que se observa en las luciérnagas, los peces abisales, en las maderas y en los pescados putrefactos, en minerales de uranio y en varios sulfuros metálicos”.

Entonces, la quimioluminiscencia es la luminiscencia producto de una reacción química.

En una reacción química se recombinan los átomos de dos o más sustancias para formar un nuevo compuesto. Según la naturaleza de los reactantes la reacción puede emitir energía. Tal es el caso que nos ocupa.

En la barras de luz coexisten dos compuestos químicos que al juntarse reaccionan. Uno de los compuestos, el peróxido de hidrógeno —al que se llama activador— está contenido en una cápsula de cristal pequeña y frágil. Y esta cápsula se encuentra dentro de la barra de polietileno propiamente dicha que contiene un éster de fenil oxalato y un tinte fluorescente que es el que da el color según el producto químico que contenga.

Al doblar la barra y romper la cápsula las dos sustancias se mezclan. Y lo hacen con mayor rapidez al agitarla. Como resultado se obtienen unos compuestos producto (no importa cuáles) y una emisión de energía (que es lo que nos interesa). Esa energía excita los átomos del tinte fluorescente (sus electrones suben a un nivel energético mayor más alejado del núcleo), para luego volver a recuperar su estado de equilibrio (descendiendo a un nivel energético menor más cercano al núcleo y más estable) proceso que logran desprendiéndose de la energía sobrante en forma de fotones, es decir, produciendo luz sin calor (luz fría).


Nota: Dependiendo de los compuestos utilizados y su cantidad, la reacción química puede alumbrar durante minutos o durante varias horas. Si se calienta la barra, la energía adicional acelerará la reacción y brillará más intensamente aunque por menos tiempo. Por el contrario, si se enfría, la reacción se ralentizará y proporcionará una luz más amortiguada aunque durante más tiempo. De hecho, si se mantiene la barra en el congelador se puede preservar para el siguiente día. La reacción no se interrumpirá, pero se ralentizará considerablemente.

domingo, 26 de abril de 2009

LOS FABRICANTES DE MOMIAS


Pocos occidentales habían presenciado alguna vez el proceso de momificación de los violentos kukukukus, una etnia de Papúa-Nueva Guinea que no entierra a sus muertos. Ahora, una fotógrafa alemana ha logrado documentarlo. Cae el velo de uno de los grandes misterios de la antropología.



Tal vez porque creía en los demonios de la tierra, Gemtasu, jefe angu de la aldea de Koke, en Papúa-Nueva Guinea, había invitado a su padre. Como cada año, preparó la casa para una visita tan especial. Sabía que, de allí, su padre saldría rejuvenecido. Todos conocían los cuidados con los que Gemtasu lo atendía, su forma de venerarlo. Con esmero, pintaría de nuevo su cara y su cuerpo con los tintes rituales sacados de la naturaleza: ocre y agua para devolver el color brillante a su piel. Gemtasu reviviría así los días en que su padre vivía. Era la ventaja de haberlo disecado hace 20 años.


En el interior de Papúa-Nueva Guinea casi mil grupos étnicos se reparten el territorio peleando entre ellos desde hace al menos 60.000 años. Cada grupo cuenta con sus propias costumbres y tradiciones. No en vano es el único país en el que se hablan 700 lenguas, algo que da una idea de lo poco amistosos que son con sus vecinos. Aquí sólo hay un axioma común a todas las tribus: «Si no eres de la mía, eres mi enemigo». Esto hace de la mayoría de los papúes unos indígenas belicosos y terribles a nuestros ojos, pero entre los pueblos de Papúa-Nueva Guinea los realmente feroces y temibles son un pequeño grupo que vive en las montañas de la costa norte de la isla, en lo más alto de la región de Morobe: los angus, un pueblo al que todos los demás llaman con evidente temor «los kukukukus» y del que los antropólogos saben poco. Conformado por hombres de pequeña estatura –sólo algunos sobrepasan el metro y medio–, su belicosidad los agiganta para el resto de las etnias. Sin embargo, también ellos tienen miedo, no a otros guerreros, sino a los espíritus. Para ellos, las ánimas de los fallecidos y de los espíritus malignos habitan en la tierra, el bosque y el agua. La fuerza vital que anima el cuerpo de los vivos puede transmitirse del mundo material al espiritual. Eso origina que ningún angu entierre a sus muertos.


«Si la tierra probara sus fluidos, luego pediría más y éste sería un lugar sediento de sangre que pediría constantemente nuestras vidas», explican. ¿Qué hacen entonces con sus difuntos? Los momifican, un proceso que descubrió y presenció por primera vez la etnógrafa Beatrice Blackwood, del Museo de Antropología Pitt Rivers de la Universidad de Oxford, entre 1936 y 1937, y que ahora, 80 años después, ha logrado fotografiar la exploradora y fotógrafa alemana Ulla Lohmann, a fuerza de ganarse lenta y gradualmente la confianza de los violentos angus. Para momificar a sus difuntos, los kukukukus evisceran los cadáveres. Luego los atan con fuerza y los acuestan sobre una parrilla hecha con ramas finas bajo las que se encienden unas brasas que han de permanecer vivas día y noche. Pronto el cuerpo del difunto exuda líquidos; fluidos recogidos por los angus y, según cuentan ellos mismos, bebidos por los parientes más cercanos para recuperar la esencia vital del muerto. Estos mismos parientes velan al difunto durante dos o tres meses, hasta su total momificación. Ninguno sale de la choza, ni por un instante, y nadie sabe qué liturgias siguen.


Cuando el proceso acaba, los kukukukus llevan la momia a un panteón familiar, generalmente una cornisa en un acantilado rocoso, y allí la dejan con sus ancestros y los antepasados de la tribu. La tierra no reclamará más sangre.

viernes, 17 de abril de 2009

¿Cómo funciona el GPS?


Las siglas GPS significan Global Position System, ‘Sistema de Posicionamiento Global’. Es un sistema que permite conocer la posición de algo o alguien en cualquier lugar del mundo con una gran precisión. Este sistema fue desarrollado, instalado y operado por el Departamento de Defensa de EEUU.

Antiguamente, nuestros antepasados se guiaban por la posición del Sol durante el día y por la estrella Polar por las noches, cargaban cartas y mapas de navegación y deducían su posición basándose en el uso de la brújula y el sextante. En la actualidad, nosotros solamente necesitamos un pequeño aparato de precio asequible con GPS integrado, para conocer exactamente nuestra posición en cualquier parte del mundo.

Pero… ¿cómo funciona el GPS? ¿por qué sabe dónde nos encontramos?

El funcionamiento del GPS se basa en una red de satélites formada por 24 unidades en órbitas sincronizadas alrededor del globo terráqueo, tal como se aprecia en la imagen. Así, cualquier punto del globo está “cubierto” por varios satélites.

Para situar una posición, el GPS se basa en la triangulación, un principio matemático que determina la posición exacta de un punto conociendo las distancias de éste a otros tres puntos de ubicación conocida. Para ello solo hay que trazar tres circunferencias imaginarias con centro en los puntos conocidos y cuyos radios coincidan con la distancia del punto a determinar. Las tres circunferencias se cortan en un único punto: la posición a determinar.

Así pues, en teoría, solamente es necesario conocer la posición de tres satélites (y su distancia al aparato receptor de GPS) para poder calcular nuestra posición. Esto parece fácil, pero su aplicación supone bastantes inconvenientes, entre los que el económico no es el menor. Pero todo se soluciona con la inclusión de la medición de un cuarto satélite y algunos cálculos correctivos.

Ahora bien… ¿cómo medimos la distancia de nuestro receptor a los satélites?

La distancia a un satélite se determina comparando el tiempo que tarda una señal de radio, que éste emite, en alcanzar nuestro receptor de GPS, con la misma señal generada en el mismo instante por nuestro receptor. El retardo existente entre ambas determina el tiempo que la primera tardó en llegar. Ai ahora multiplicamos dicho valor por la velocidad de la luz obtendremos la distancia al satélite.

Pero no solamente es necesario conocer la distancia al satélite, también se debe conocer su posición, puesto que podría estar a la misma distancia desde diferentes posiciones invalidando el cálculo. Por ello los satélites se mantienen en órbitas definidas, regulares y predecibles a unos 20.000 km de altura, según un patrón que reconocen los receptores de GPS, que también reciben las eventuales correcciones de rumbo por sutiles desviaciones por evolución orbital.

La atmósfera interfiere en el tiempo de llegada de la señal desde los satélites. Una señal de GPS pasa a través de partículas cargadas en su paso por la ionosfera y luego pasa a través de vapor de agua en la troposfera, perdiendo algo de velocidad. Y lo hace de manera desigual dependiendo de la densidad de estas partículas en esa parte del mundo. Así se crea el mismo efecto que un error de precisión en los relojes a la hora de sincronizar las señales de radio.

Pero ello se arregla con la inclusión de la medición a un cuarto satélite. Cualquier error debido a la sincronización de las señales (los satélites possen un reloj atómico, pero los receptores de GPS no) o a los factores atmosféricos afectaría a las tres medidas por igual, pudiendo dar un resultado erróneo. Si el error se ha producido, la cuarta señal no coincidirá con tal punto. Entonces, el receptor de GPS realiza un cálculo averiguando qué factor correctivo aplicado a las cuato mediciones las hace coincidir en el mismo punto. Y una vez lo ha hallado lo aplica, obteniendo así la posición correcta.

sábado, 4 de abril de 2009

BIENVENIDO A LA CRISIS GLOBAL


Como un tsunami. Nunca antes una crisis había afectado a todo el planeta de una forma tan fulgurante. Los mecanismos que sirvieron para llevar riqueza a muchos rincones del mundo son los mismos que ahora aceleran el derrumbe. Hombres y mujeres de los cinco continentes nos cuentan cómo descarrilaron sus vidas.



Muchos financieros de Londres, como Sarah, ya no tienen dinero para ir a restaurantes caros. En consecuencia, Carlos, criador de aves en Argentina, se ha quedado sin su forma de ganarse la vida. Ingenieros automovilísticos, como Michael, de Detroit, se han quedado en paro y tienen que ahorrar. En consecuencia, la familia del obrero Du Jun pasa hambre en China. La industria del automóvil europea ha reducido su producción. En consecuencia, la trabajadora sudafricana Thobeka no puede pagar el colegio de sus hijos.


Uno se da cuenta de lo pequeño que se ha vuelto el mundo, mucho más pequeño de lo que esa gran palabra, `globalización´, puede hacer pensar. Durante años, economistas, empresarios y políticos pregonaron que la globalización llevaría el crecimiento económico y el bienestar al mayor número de personas en diferentes países. Los teóricos de la economía aseguraban que las crisis que afectaran a una región se verían compensadas por el crecimiento en otros lugares del planeta. Los últimos seis años de una coyuntura económica mundial muy favorable parecían darles la razón. Ya no está claro. Hace un par de semanas, el premio Nobel de Economía Paul Krugman auguraba de cinco a siete años de crisis en España. Eso, en el mejor de los escenarios. Y vaticinaba que si Europa entraba en estanflación, nuestro país tendría que reducir salarios y bajar precios un 15 por ciento. «Un camino doloroso o un camino extremadamente doloroso.» Son las únicas salidas que tiene España para salir de la crisis.


Las víctimas de la crisis económica global han hecho ya su aparición en todos los rincones del planeta. Son ciudadanos normales, como Oleg, en Moscú; Roshan, en Bombay; o Adela, en Madrid. Los efectos de la crisis financiera internacional sobre la economía real son visibles desde octubre del año pasado. La producción industrial se ha hundido: en EE.UU, en torno al diez por ciento; en Europa, un doce. En España cayó en enero por noveno mes consecutivo. El batacazo fue del 20 por ciento.


Las exportaciones también se han reducido de forma drástica. En noviembre, China exportó una quinta parte menos de bienes y servicios que unos pocos meses antes. Pero ahora la demanda se ha derrumbado y el gigante asiático se encuentra al límite de sus fuerzas debido a un exceso de capacidad productiva y a los créditos que se están quedando sin pagar. Todas las economías se resentirán. El producto interior bruto mundial (PIB) podría reducirse en 2009 por primera vez desde hace 60 años. La situación española es tan grave que el presidente del BBVA, Francisco González, la califica de «emergencia nacional» y pide un gran compromiso nacional para afrontarla.


Una crisis local que parecía limitarse al sector inmobiliario norteamericano se ha extendido a todo el mundo como una pandemia. En China, 150 millones de trabajadores sufren las consecuencias de las hipotecas tóxicas estadounidenses. En el último año, los trabajadores españoles afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE) se han multiplicado por 13. Incluso en la lejana Australia, florecientes localidades mineras se han convertido en ciudades fantasma porque nadie quiere comprar ya los minerales que extraen. La humanidad está aprendiendo de la peor forma posible que la globalización no sigue sólo una dirección, la del rápido crecimiento del bienestar en los años buenos, sino que, en tiempos difíciles, las consecuencias también llegan casi a cada hogar del mundo.


La correa de transmisión que ha llevado la crisis a todo el planeta se llama comercio. Nunca en la historia se habían exportado tantas mercancías y servicios como en la actualidad. La mayoría de los productos de los que disfrutamos ahora serían impensables sin este circuito global. El libre comercio internacional tiene muchas ventajas para los consumidores: la oferta es más amplia y la calidad, mejor. Las reglas se basan en una eficiencia implacable: cada fabricante, cada vendedor, encarga a sus proveedores sólo la cantidad que necesita en un lugar concreto y en un momento determinado. El comprador, por lo tanto, da por supuesto que sus socios siempre serán capaces de cumplir con sus pedidos. Si no lo consiguen, se quedarán fuera del negocio. Y cuando una empresa está preocupada por la pérdida de clientes, simplemente paraliza la compra de suministros. La mayoría de las empresas están ahora preocupadas por la marcha de sus negocios, y sus cancelaciones de pedidos lo que consiguen a su vez es agudizar la crisis. Las carteras de pedidos se deshacen en la nada a velocidad de correo electrónico. Los proveedores de la industria automovilística de todo el mundo se han visto especialmente afectados, con una caída de su actividad de hasta el 70 por ciento. Sólo en el sector del automóvil español cien mil trabajadores se han ido a la calle. Y esta cifra muy probablemente se duplicará.

A la ola de quiebras bancarias la está sucediendo ahora
una ola planetaria de cancelaciones de pedidos. Como la mayor parte de las rutas de comercio que mueven los bienes de un lugar a otro son por mar, los puertos españoles están notando un descenso de la actividad: cada día hay menos contenedores en las terminales de descarga. Muchos barcos están medio vacíos, otros no entran en los puertos porque las navieras prefieren ralentizar sus viajes o incluso pararlos. Los 46 puertos del Estado movieron 473 millones de toneladas en 2008, un dos por ciento menos que el año anterior. Un carguero necesita entre uno y dos meses para cubrir el viaje desde China. La mayoría de los contenedores que están llegando estos días fueron encargados en las primeras semanas de la crisis, cuando el ambiente aún era razonablemente bueno. Pero, dado que desde entonces la cantidad de pedidos no ha hecho más que bajar, la llegada de productos a los puertos españoles también se está reduciendo. Es muy posible que el tráfico marítimo siga contrayéndose hasta el verano. Para entonces, el ánimo de los consumidores españoles podría empeorar aún más. El Instituto de Crédito Oficial considera que no hay perspectivas de que la confianza y, por tanto, el gasto en los hogares se recuperen a corto plazo.


Quien ya no vende también deja de invertir. Por lo tanto, la tercera ola de la crisis afectará a los fabricantes de las máquinas con las que se elaboran los bienes de consumo. Esta tercera ola sólo será más corta y menos violenta que las anteriores si los fabricantes de todo el mundo recuperan la confianza en su futuro cercano. En ese momento se decidirá si la crisis es corta y violenta o si nos encontramos al comienzo de una depresión profunda y duradera. En el primer supuesto, el crecimiento económico comenzará a recuperarse en 2010; en el segundo supuesto, la situación empeorará.


En este punto surge otra pregunta: ¿necesita el mundo tan imperiosamente ese crecimiento continuado? A fin de cuentas, en 2007 vivíamos bastante bien... La respuesta a esta pregunta es sencilla: sí, el mundo necesita ese crecimiento. Es el motor y la correa de transmisión del desarrollo, tanto en el norte como en el sur. En los países en vías de desarrollo, permite que su población se acerque a los niveles de bienestar del resto del mundo. En los países emergentes ayuda a satisfacer las necesidades básicas de una población en rápido crecimiento. En China empuja cada año a millones de trabajadores itinerantes como Du Jun a las ciudades, ya que el campo no les ofrece la posibilidad de sacar adelante a sus familias. En la India abre las puertas del mercado laboral a personas bien formadas, como Roshan Jha. China y la India necesitan al menos un crecimiento económico de entre el cinco y el ocho por ciento sólo para compensar la presión ejercida por el crecimiento de su población. Unos niveles de crecimiento inferiores significan miseria y hambre. Niveles mayores permiten construir infraestructuras y un sistema educativo o mejorar la asistencia médica.


Las sociedades ricas de Europa y Norteamérica precisan también de un crecimiento continuo del producto interior bruto: es cierto que vivimos en un nivel increíble de bienestar, pero debemos asegurarnos de que disfrutaremos de él de forma duradera. Nuestros sistemas de protección social necesitan mayores ingresos para financiar las necesidades de una población cada vez más envejecida. Con una productividad siempre en aumento, sólo el crecimiento económico puede mantener estables los niveles de empleo. Al mismo tiempo, las infraestructuras se desgastan día a día y hay que renovarlas. Además, surgen nuevas necesidades, por ejemplo en los campos de la protección medioambiental o en la lucha contra las enfermedades. Pero sólo nos podemos permitir el desarrollo de nuevas tecnologías para solucionar todos estos problemas si nuestra economía crece y disponemos de recursos suficientes para el desarrollo de nuevas ideas.


En el futuro se tratará más de la calidad que de la cantidad de crecimiento. Un objetivo podría ser, por ejemplo, no buscar la producción de un segundo o incluso un tercer vehículo para cada ciudadano, sino el desarrollo de un coche eléctrico asequible, confortable y con una amplia autonomía. Sin crecimiento, nuestra economía también se derrumbaría. «Cuanto más profunda sea la crisis –afirma Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y crítico de la globalización–, mayores tendrán que ser las ayudas estatales.»


A pesar de las malas experiencias, el mundo tiene que volver a confiar en los efectos positivos de la globalización. Si en algún lugar del mundo se genera un ambiente positivo, éste se extenderá al resto del planeta mediante el comercio. Ese ambiente surgirá en aquellos lugares donde la gente tiene poco que perder y mucho que ganar. El argentino Carlos Aubone está planeando una nueva ofensiva exportadora para su carne de ñandú y el indio Roshan Jha se ha puesto a trabajar en un nuevo comienzo. Podría ocurrir que sean los abatidos países industrializados quienes se beneficien del optimismo de las naciones en vías de desarrollo y de los países emergentes. Si así sucediera, nos encontraríamos por fin ante la certificación de los efectos positivos de la globalización sobre nuestro planeta.

miércoles, 25 de marzo de 2009

¿Qué significan las letras y números de los lápices?


Muchos lápices no indican de ninguna manera de qué tipo son, pero otros sí. ¿Qué significan, pues, esas letras y números que diferencian un lápiz de otro?

Los lápices son barritas de grafito mezclado con arcilla en diferentes proporciones, dotados de una cubierta de madera. Dependiendo de la proporción de la mezcla el trazo es diferente, así que se obtienen diferentes resultados si se usa un lápiz de un tipo u otro a la hora de dibujar.

Cuanto menos grafito contengan más claro y duro será el trazo. La ventaja es que no emborronan y que el trazo es nítido, por lo que son apreciados en dibujo técnico. La desventaja es que deja marca en el papel si se aprieta en demasía. Se distinguen con la letra H (por Hard).

Cuanto más grafito contengan más oscuro y suave será el trazo. La ventaja es que produce tonalidades oscuras muy bellas y permite el difuminado, por lo que son apreciados en dibujo artístico. La desventaja es que hay que ir con cuidado para no emborronar y que no define con claridad. Se distinguen con la letra B (por Black).

A la letra la acompaña un número que indica el grado de dureza o de oscuridad, cuanto mayor es el número más acusado es el efecto. Así un 9H es más duro que un 2H y un 8B más oscuro que un 3B. El lápiz normal y corriente de escritura es HB (Hard-Black) en el punto medio de la escala conteniendo un 68% de grafito.


Este sistema de gradación se originó en Europa y se utiliza en la mayor parte del mundo, pero no así en Estados Unidos. Allí se utilizan números. La equivalencia es la siguiente: 1=B, 2=HB, 2 1/2=F, 3=H, 4=2H. Muchos lápices (como el de la fotografía) utilizan ambos métodos de clasificación.

Nota 1: Un lápiz muy duro, como un 9H, tiene sólo un 41% de grafito, mientras que uno muy negro, como un 8B, tiene un 90%. Todos los lápices modernos tienen alrededor de un 5% de cera, que se utiliza par tapar los poros de la mezcla y dar mayor uniformidad al trazo.

Nota 2: La madera de los lápices de calidad es enebro o cedro.

lunes, 16 de marzo de 2009

¿Por qué las cucarachas mueren boca arriba?


Las cucarachas son unos insectos ortópteros dictiópteros, nocturnos y corredores, muy comunes en las zonas templadas del planeta y mucho más en las tropicales. Sólo tres especies de cucarachas, la cucaracha negra común (Blatta orientalis), la cucaracha americana (Periplaneta americana) y la cucaracha rubia o alemana (Blatella germanica), están extendidas mundialmente como consecuencia de las actividades comerciales.

Una característica de estos insectos es que mueren panza arriba y así se suelen encontrar sus cadáveres. No siempre es así, pero sí mayoritariamente.

El encontrar una cucaracha inmóvil en esa posición tampoco quiere decir que esté muerta, pues a menudo simulan esa condición para después voltearse y escapar cuando la amenaza que detectaron desaparece.

Pero, a lo que vamos… ¿por qué mueren boca arriba?

Cuando una cucaracha muere por causas naturales, el rigor mortis hace que sus patas se contraigan. Sería mucha coincidencia que todas las patas partieran del mismo grado de extensión y que se contrajeran a la misma velocidad, por lo que lo más común es que unas se contraigan antes y en mayor medida que las otras. Esto desequilibra el centro de gravedad del insecto, por lo que vuelca hacia ese lado.

Si la muerte viene provocada por algún insectida también acaban boca arriba. En este caso porque la composición del producto ataca el sistema nervioso del insecto provocándole espasmos que causan su volteo. Perdida la coordinación, la cucaracha es incapaz de darse la vuelta y así le sobreviene la muerte.

lunes, 9 de marzo de 2009

La gran muralla china


La Gran Muralla de China o el Muro de los 10.000 Li —como se le conoce en China— fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987 y fue elegida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno en 2007.

El inicio de su construcción data de la Dinastía Qin y se remonta al año 221 a.C., cuando el primer monarca que unificó China, Qin Shi Huang, restauró los diseminados muros de defensa procedentes de la Época de los Reinos Combatientes (476-221 a.C.) y los conectó en una nueva construcción de 4.800 kilómetros. En el 206 a.C., la Dinastía Han extendió el muro hasta el Desierto de Gobi, en Mongolia, para conjurar la amenaza de los hunos que acaudillaba el temido Atila. Pero la Gran Muralla que hoy conocemos procede, en gran medida, de la Dinastía Ming (1368-1644), que introdujo ladrillos como los que se emplean actualmente y convirtió la obra en un prodigio de la ingeniería al extenderse por escarpadas montañas con pendientes de hasta 70 grados.

El propósito original de la Gran Muralla no fue estrictamente impedir la invasión de los hunos mongoles de norte. Lo que se pretendía conseguir era que, en su imparable avance hacia el sur, no la pudiesen atravesar con sus caballos, lo que acababa con gran parte de su capacidad conquistadora e impedía la destrucción y el saqueo del territorio protegido.

La muralla comienza cerca del mar, en la pequeña ciudad de Chau-Hai-Kuan, a poca distancia al nordeste de Pekín, extendiéndose hasta Yang Kuan, cubriendo una distancia lineal de 3.460 km en su brazo principal, más otros 2.860 km en ramales secundarios. Actualmente sólo el 20% de la construcción se mantiene en pie, un 30% se encuentra en malas condiciones y el resto ha desaparecido casi por completo.

jueves, 26 de febrero de 2009

¿Por qué se ven los huesos con los rayos X?


Una radiografía es una fotografía del interior del cuerpo, más concretamente de los huesos. Pero ¿cómo es eso? ¿Cómo se fotografía “lo de dentro” sin captar “lo de fuera”?

Pues con ayuda de los rayos X —llamados inicialmente rayos Roetgen en honor a su descubridor— que son una radiación electromagnética cuya frecuencia de vibración se encuentra entre la luz ultravioleta y los rayos gamma emitidos en las reacciones nucleares.

Su alta frecuencia, de 30 a 3.000 PHz (1 PHz = 1·1015 Hz) y su corta longitud de onda (entre 10 y 0,1 nanómetros) le confieren un alto grado de penetración e ionización.

Debido a esa alta capacidad de penetración, si radiamos un cuerpo humano con rayos X, éstos lo atravesarán sin problema. Pero dependiendo del tipo de tejido atravesado lo harán de forma más o menos amortiguada. Así, colocando una placa fotográfica de manera que recoja los rayos tras su paso por el cuerpo, es posible obtener una imagen en la que prácticamente sólo se aprecian los huesos, ya que el resto de tejidos son virtualmente transparentes a este tipo de radiación.

Por ello son especialmente útiles para la localización de roturas o malformaciones óseas, así como para la detección de cuerpos extraños en el organismo.

Pero debido a su alto poder ionizante —que modifica las moléculas a su paso— resultan gravemente perjudiciales en altas dosis, pues producen cambios en el ADN que podrían devenir en cáncer, por lo que no deben realizarse con frecuencia, o en malformaciones embrionarias, por lo que no se deben realizar radiografías a gestantes.

Por ello los médicos o el personal técnico-sanitario que las realiza, se protegen tras cabinas de plomo mientras se realiza la exposición, pues el metal los protege al apantallar la radiación.

viernes, 20 de febrero de 2009

Números trascendentes.

No se trata de números que estén más allá del conocimiento ni que traspasen ninguna frontera de experiencia, como podría parecer si acudimos al diccionario. Trascendente significa no algebraico en términos matemáticos.

Veamos qué significa eso.

No son números enteros (ni 2, ni 3, ni 18…), ni son racionales (ni 2/3, ni 4/5, ni 7/12…). Entonces son irracionales, es decir, son números que no son expresables como fracción de dos números enteros. Aunque la parte decimal de algunos números racionales sea infinita, habrá una secuencia que se repetirá indefinidamente, que será periódica. En cambio los números irracionales tienen partes decimales infinitas y no periódicas de secuencia impredecible.

Pero ello ocurre también con los radicales (√2, √3…), así que deberemos establecer otra condición para definir los números trascendentes: no pueden ser descritos como la raíz de una fracción, lo que implica que no son solución de una ecuación algebraica (anxn + an-1xn-1+ a1x +…+ a0 =0) y se les llama no algebraicos.

Así tenemos que todos los números trascendentes son irracionales, aunque no todos los irracionales son trascendentes y que los trascendentes son no algebraicos.

Esta distinción entre irracionales algebraicos y trascendentes se hizo en el siglo XVIII y el interés en esta diferenciación se intensificó en el siglo XIX al comprobar que no todos los irracionales algebraicos se podían obtener por operaciones algebraicas sobre números racionales.

Pero… ¿cuáles son estos números?

Hay muchos una infinidad, pero los más conocidos son el número e y π (pi). Sus valores aproximados son:

π=3,14159265358979323846…

e=2,7182818284590452354…

Pero ¿por qué se “inventan” los matemáticos esos números tan largos y tan raros? ¿De dónde los sacan?

Pues no se los inventan, son números que aparecen continuamente de manera natural al modelizar fenómenos naturales. En cualquier campo de la matemática, donde uno menos lo espera. Por ejemplo en la desintegración nuclear, en el movimiento oscilatorio, en algunas conchas de moluscos en espiral logarítmica, en la velocidad de vaciado de un depósito de agua, en el giro de una veleta frente a una ráfaga de viento, en el movimiento del sistema de amortiguación de un automóvil, en el patrón de crecimiento de una planta o en el cimbreo de un edificio metálico en caso de terremoto.