Concretamente, la sustacia en sí es la proteína urinaria mayor o MUP, por sus siglas en inglés, que actúa en las células de un órgano sensorial especial en los ratones, conocidos como los órganos de Jacobson o vomeronasal, según ha explicado la BBC.
Según comentan los científicos, el órgano vomeronasal contiene neuronas que detectan las señales químicas y está conectado a zonas del cerebro involucradas con la memoria, las emociones y la liberación de hormonas.
En muchos mamíferos, el órgano puede detectar las feromonas, los 'mensajeros químicos' que comunican información entre individuos de la misma especie y además pueden tener un efecto directo en la conducta de los animales, incluido el ser humano.
No obstante, este nuevo trabajo desvela que en los ratones, las neuronas del órgano vomeronasal también se ven estimuladas con las señales químicas que emiten sus depredadores. De hecho, en los roedores estas proteínas provocan que el animal, ante el miedo, reaccione quedándose petrificado o se mantiene agachado junto al suelo mientras olfatea e investiga los alrededores.