domingo, 2 de noviembre de 2008

INGENIERÍA CONTRA EL CALENTAMIENTO GLOBAL


Investigadores canadienses ponen en práctica una idea: crear bloques de hielo que sustituyan a los que se deshacen por el cambio climático. Una manera de mantener estable la temperatura de Europa.



Resulta irónico que una de las consecuencias del calentamiento global sea que el norte de Europa vaya a entrar en una era glacial. A medida que aumente el calor atmosférico, el Polo Norte se descongelará, lo que hará que una gran masa de agua fría se diluya en la Corriente del Golfo y frene el avance de las aguas que llegan de Centroamérica y caldean el clima de Europa. Este hecho, que hasta hace un año sólo era una hipótesis, lo ha confirmado el Centro Nacional Oceanográfico de la Universidad de Southampton (Gran Bretaña), que estima que, en 2015 la temperatura en el norte de Europa será, de media, nueve grados inferior.


Esta certeza ha estimulado un inusual proyecto de investigación de la Universidad de Alberta (Canadá). Peter Flynn y Songjian Zhou han ideado un sistema para `vigorizar´ esa bomba de calor oceánica que es la Corriente del Golfo. Su propuesta es instalar entre Groenlandia e Islandia 8.100 plataformas que en invierno absorberán agua del mar y la nebulizarán para formar islas iceberg que se descongelarán en primavera y verterán su agua fría a la corriente profunda oceánica. Ese líquido llegará a la costa americana, donde se caldeará y revitalizará de vuelta a Europa.


Flynn no propone su idea como la primera contra el calentamiento global ni como la mejor. «Lo ideal sería atacar las causas que lo producen, como la quema de combustibles fósiles, pero si el control del CO2 falla, esta idea puede ser válida», asegura.


El proyecto costará 40 millones. «Es una cifra asumible si se piensa que cien millones de personas se verán afectadas por esta alteración. Son 400 euros por persona –dice–, muy poco si pensamos que los glaciares pueden estar, en breve, a la puerta de sus casas.»

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