En 2010 estarán prohibidas las bolsas de plástico de un solo uso no biodegradables. Éste es el objetivo del Plan Nacional Integrado de Residuos, que el Gobierno quiere aprobar en enero. Sin embargo, esta meta no es fácil de alcanzar, ya que, hoy en día, no hay un sustituto real del plástico. Las alternativas propuestas por los fabricantes son bolsas más grande que sea reutilizables por el consumidor o la bolsa biodegradable.
El primer borrador del plan proponía sustituir el 75% de las bolsas de plástico en 2015. El actual establece la prohibición cinco años antes. "Es imposible de cumplir, porque para tener un sustituto se requieren tecnologías que necesitan inversiones fuertes y años para desarrollarse", afirma el director general de Plasticseurope Ibérica, Francisco Cimadevila. Los fabricantes de la industria del plástico aseguran que estas alternativas presentan dos problemas sin resolver: que aún son caras y que existe poca materia prima tan a corto plazo.
España es el primer productor de bolsas de plástico de un único uso y el tercer consumidor en Europa. Cada año se distribuyen 10.500 millones de bolsas de plástico en España, lo que equivale a 96.000 toneladas. El 62% de las bolsas de plástico se reutiliza como bolsa de basura y el 10% se recicla a través de los contenedores amarillos.
El director general de la Confederación Española de Empresarios de Plásticos (ANAIP), Enrique Gallego, explica, de hecho, que las bolsas de plástico se pueden reutilizar varias veces y, finalmente, usarlas como bolsas de basura, aunque algunos modelos han disminuido su espesor y su resistencia. En los últimos 20 años se ha reducido en un 75% el peso de las bolsas, lo que impide su reutilización para tirar los desperdicios por romperse. Esta ligereza favorece, además, que las bolsas se abandonen en cualquier sitio y terminen abandonadas en plena calle. Gallego explica que el objetivo de los fabricantes es que se normalice una única bolsa más grande, del tamaño del cubo de basura, y con los mismos estándares de espesor y calidad para que se pueda reutilizar en varias compras. "La calidad de las bolsas se ha deteriorando en los últimos años, pero hay que ir a una bolsa más grande, más resistente y de mayor espesor", añade Cimadevila.
Reducir el uso
Antes de prohibir las bolsas de plástico en tres años, el Gobierno marca como meta la reducción de su uso a la mitad para 2009, y la realización de campañas para el uso responsable de las bolsas y la conveniencia de depositarlas en los contenedores amarillos para su reciclaje. El Plan Nacional Integrado de Residuos establece medidas para impulsar estudios que desarrollen nuevos materiales más ecológicos y biodegradables, que sustituirán a las de plásticos en 2010.
El sector se muestra escéptico. Cicloplast, gestor del reciclado de plásticos, apunta que a día de hoy "no se dispone de la materia prima necesaria en cantidad suficiente". Y desde ANAIP se advierte de las consecuencias fatídicas de eliminar las bolsas de plástico: "Podrían desaparecer 300 empresas y 5.000 puestos de trabajo con las medidas perjudiciales del Gobierno", indica Gallego. Los fabricantes consideran que la bolsa biodegradable serviría, por ejemplo, para guardar alimentos, porque luego se depositaría en el contenedor de materia orgánica para su reciclaje, apunta Cimadevila.
‘Público' regalará bolsas biodegradables
El diario Público inaugurará 2008 con una buen noticia para el medio ambiente: a partir de la primera semana de enero, distribuirá gratuitamente 400.000 bolsas biodegradables hechas de patata, en las que se podrá transportar el periódico con mayor comodidad. La base para fabricar estas bolsas es el almidón, obtenido a partir del tubérculo. Se trata de un material compostable, reciclable y reutilizable. Las bolsas elaboradas a partir de la patata se consideran bioplásticos y tienen tres cualidades: son biodegradables, desintegrantes (como si fuera estiércol vegetal) y al degradarse no se genera material tóxico.
Las ventajas de este tipo de bolsas, fabricadas por la empresa aragonesa Sphere, son que se ahorran recursos fósiles en su producción y que, transcurridos 90 días, el 90% del carbono se transforma en dióxido de carbono (CO2). Al estar compuesta por materia orgánica, una vez que la bolsa haya tenido varios usos y es inservible debe depositarse en el contenedor de materia orgánica, y no en el amarillo para plásticos, para lograr su correcta descomposición y conversión en abono. De esta forma, el almidón vuelve a ser un recurso orgánico.
Estas bolsas soportan cargas de 15 kilogramos de peso, lo que permite su reutilización para múltiples usos. Sphere también investiga en la sustitución de los derivados del petróleo por biopolímeros con base de maíz y remolacha.
Público
1 comentario:
Razones para Olvidarnos de una vez por todas de las Bolsas de Plastico y usar Alternativas Reutilizables
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