miércoles, 21 de mayo de 2008
Rescate en el fondo del mar
A 130 millas de la costa gallega, frente a las islas Cíes, yace el ‘cadáver’ del Prestige, el petrolero que, en noviembre de 2002, cubrió el océano Atlántico con un manto de 54.000 toneladas de fuel. Sus bodegas aún guardan 13.000 más.
Un problema negro y viscoso. El pecio, que está tumbado sobre un lecho de arenisca a 4.000 metros de profundidad, soporta 383 bares de presión y 2,6 grados de temperatura, lo que provoca que el fuel tenga una altísima viscosidad, un problema más a la hora de extraerlo y llevarlo a la superficie. Tras contemplar diferentes opciones, la empresa Repsol (encargada del rescate) ha elegido un método que consiste en practicar unas aberturas en el casco y colocar en ellas válvulas para controlar la salida del petróleo. Sobre esos resquicios se pondrán unas bolsas que recogerán el crudo y lo llevarán al exterior. Allí, mediante bombeo, se trasladará a las bodegas del petrolero Odín, el encargado de ponerlo a buen recaudo.
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