viernes, 25 de abril de 2008

El refugio secreto de las tortuga caretta


La organización Oceana instala transmisores a 17 quelonios. Su objetivo: averiguar dónde pasan el invierno.

Aunque no faltan a su cita en Baleares y Canarias cada año entre mayo y octubre, las tortugas bobas que `veranean´ aquí son unas grandes desconocidas. No se sabe si vienen todas del mismo lugar ni adónde emigran en invierno cuando la temperatura del agua desciende, ni cuántas son. Sólo se conoce que «entre 20.000 y 40.000 se enganchan cada año en los anzuelos palangreros españoles y que un tercio de ellas muere, pese a ser devueltas al mar», según Xavier Pastor, director de Oceana Europa. Y también que muchas, tras dejar el nido donde nacieron en invierno, en México o en el Mediterráneo Oriental, nos visitan en verano para alimentarse.

Para averiguar algo más sobre estos animales, Oceana, en colaboración con la Fundación Biodiversidad, ha realizado hasta principios de otoño una campaña de marcaje en la que a 17 ejemplares de la especie Caretta caretta, capturados en Canarias y el sur de Baleares, se les ha colocado sobre su caparazón un GPS que indicará su posición cada vez que salgan del agua. Con los datos que arrojen estos transmisores, los biólogos van a estudiar sus rutas migratorias exactas y sus hábitos invernales de comportamiento para poder proponer planes de gestión que eviten su captura accidental y su desaparición de nuestras aguas.

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